Los que me conocen saben que tengo un carácter muy agradable y cordial, pero también tengo temperamento. Y aunque ahora sé controlarlo, no siempre fue así. ¿La clave? La comunicación no violenta. De pequeña y adolescente llegaba un momento en que explotaba y decía verdades mal dichas. Verdades que herían a la gente y que LEER MÁS